
La película de es más que un recuento de la vida de un artista. Ilumina las creencias profundamente arraigadas que permitieron a Lange crear tal poder en sus fotografías. “Tienes que aniquilarte a ti mismo”, dijo, “para poder convertirte en un recipiente… para ver lo que realmente hay allí”. Al hacerse casi invisible para sus sujetos, Lange logró la intimidad que era el sello distintivo de su trabajo y produjo imágenes que impulsaron a Estados Unidos hacia la justicia social. Cumplió el desafío que se propuso dentro de su estudio en 1933: “agarrar un trozo de rayo”. Los problemas que conmovieron a Lange aún enfrentan a Estados Unidos, y su legado sigue siendo un llamado a la acción, que nos pide que examinemos siempre las verdades inalteradas que nos rodean.